Es posible que
hayáis visto estos días este video que circula por la red. Una conversación de
un padre que intenta convencer a su pequeña hija de que su felicidad estará
asegurada si recorre el camino que “oficialmente” ya se ha trazado y que parece
que está siendo la tónica dominante en quienes manifiestan su preocupación e
interés por la educación de los hijos. Esto se resume en aprender inglés y matemáticas y olvidarse de lo que tenga
que ver con lo artístico como la danza, el dibujo o la música.
Y no es
extraño que esa preocupación se haya instalado en las mentes de los
progenitores que preocupados por la situación actual, contemplan el bombardeo
mediático sobre el éxodo laboral y la falta de oportunidades para quienes no dominan
idiomas o tienen un master. Las academias de idiomas se llenan en los últimos
años de jóvenes y no tan jóvenes acuciados e impelidos por el requisito de
obtención del título B1 de inglés para poder cursar un master. ¡Ni que hablar
tiene si quieres ofrecer tu curriculum al mundo educativo! ¡Más vale que ni te
atrevas con menos de un B2!
Sin embargo la
realidad de la innovación educativa y del éxito académico se está direccionando
claramente en sentido opuesto. La implantación del modelo de Inteligencias
Múltiples de Howard Gardner y los
presupuestos pedagógicos del prestigioso Ken Robinson que no pierde ocasión de
contar su anécdota con Gillian Lynne, la célebre coreógrafa de “Cats” o “El
Fantasma de la Ópera”, precisamente la antítesis de lo que nos muestra el
video, nos revela que el éxito en la vida está directamente vinculado a lo
singular de la personalidad. http://www.youtube.com/watch?v=nPB-41q97zg
El éxito no tiene una fórmula única, para cada persona adquiere significado
dispar en función de las características personales.
¿Por qué da la
impresión entonces de estar caminando sobre un alambre cual funambulista
circense cuando aconsejamos a alguien que siga el instinto de su pasión? ¿Por
qué ese pánico se acrecienta si el aconsejado es nuestro hijo? ¿Acaso no ponemos como ejemplo de éxito
a personajes como Steve Jobs que arriesgó por una senda no convencional o a
Rafa Nadal que académicamente le bastó con terminar la ESO? ¿Será que pensamos
que son seres irrepetibles que sirven para ejemplos en una conferencia ,pero
que el salto hay que darlo con red y por tanto no olvidar las matemáticas y el
inglés?
Si algo se
mueve dentro de nosotros cuando vemos este video y una vocecita como al
protagonista nos dice que no es tan seguro seguir el camino trazado, hagamos
caso creyendo que el corazón no se equivoca tan fácilmente.
“Dos caminos divergían en el bosque, y yo –
Yo tomé el menos transitado
Y eso ha hecho toda la diferencia “
Robert
Frost
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