COACHING Y PROBLEM SOLVING EN LA ELECCIÓN DE BACHILLERATO

En la tarea de la orientación educativa, en orden a guiar a los adolescentes en su proceso de elección de las diferentes opciones de bachillerato o  más tarde de carrera universitaria,  ¿es necesario conocer profundamente todos los mecanismo psicosociales que entran en juego, para hacer una adecuada elección en un alumno de 16 años? Probablemente no. Bastaría con entender cómo funciona el problema de la elección que se tiene entre manos y acometerlo desde la búsqueda del resultado final. 

Este es el mismo enfoque que desde una rama de la psicología se ha trabajado en la llamada Terapia Breve Estratégica que formuló principalmente Paul Watzlawick. Su postulado básico es que la realidad que percibimos y con la que nos relacionamos, es el fruto de la interacción entre el punto de observación asumido, los instrumentos utilizados y el lenguaje que usamos para comunicarnos con esa realidad: Por tanto se puede decir que no existe una realidad “verdadera” en sí misma, sino tantas realidades como interacciones se pueden dar entre el sujeto y la realidad.

Es este enfoque, denominado estratégico, el que se pone en práctica en el Problem Solving Estratégico (PSE). Según el cual, lo que nos interesa del joven que tiene que hacer su elección de bachillerato, no es tanto tener una madurez o una personalidad bien formada, que permita controlar todos los factores que toman parte en el proceso de elección, cosa que ayudará, sin duda, sino saber cómo enfocar el problema. 

El coaching, propone un modelo en el que se da más importancia al establecimiento del objetivo que al punto en que se encuentra el sujeto con respecto a esa meta. Esa tendencia es influencia del PSE. 

El PSE es un método riguroso para hallar soluciones a problemas según las fases que se siguen en los procesos científicos de investigación, con la diferencia que si la ciencia tiene el deber de dar explicaciones de los fenómenos que estudia, el Problem Solving representa los métodos que permiten alcanzar los objetivos específicos de un proyecto.

Muy a menudo cuando nos hallamos ante un problema tendemos a buscar la explicación más que la solución. La trampa es que la solución no tiene necesidad de la explicación previa del problema, sino que será la solución lo que conducirá al descubrimiento del modo de funcionamiento del problema. 

Por lo general, existen enormes diferencias entre cómo se formó el problema en el pasado y cómo se expresa en el presente. Por consiguiente el estudio de las causas pasadas es contraproducente para la busqueda de soluciones presentes.

Para ilustrarlo con un ejemplo, si un estudiante a la hora de elegir su carrera se siente atraído por la profesión de restaurador de obras de arte, pero se siente fuertemente condicionado por su dificultad real en las asignaturas artísticas y se centra en sus limitaciones, analizando que es porque no tiene talento para el dibujo o porque no le potenciaron suficientemente en los primeros años de escolarización por considerar que eran asignaturas sin importancia, se estará centrando en el problema, lo cual hará que probablemente no elija lo que le gusta. Debería centrarse en la solución y ya pondrá los medios para compensar su deficiencia en la misma aplicación de la solución. 

Giorgo Nardone junto a Andrea Fiorenza proponen un modelo concreto de actuación en contextos escolares a través del ejemplo de casos prácticos realizados con alumnos, que si bien no lo aplica directamente al proceso de elección sino a la resolución de conflictos y a los trastornos, muestra que el modelo es válido no sólo para la terapia sino para el contexto educativo. 

El escenario más allá del problema representa el primer paso para la regulación del objetivo concreto sobre el que construir la estrategia más funcional de resolución del problema. Consiste no tanto en preguntarse cuál es el objetivo que hay que alcanzar, como en proyectarse con la imaginación hacia una situación en la que el problema ha sido resuelto. Proyectar la fantasía hacia un escenario imaginario futuro en el que los problemas que debemos afrontar estén ya resueltos nos permite superar las barreras del prejuicio y del juicio implícito en la búsqueda de las causas del pasado.

Comprobamos de este modo que existe un enfoque, no menos científico y acreditado por los resultados, que propone una actuación más sencilla de manejo para el joven todavía inmaduro y desconocedor de sí mismo. Este es el enfoque que nos va a proporcionar el PSE y por ende el coaching, ayudándonos a proyectar nuestra metas y por tanto favoreciendo la elección, podríamos decir que saltando sobre el problema que de hecho es tomar decisiones tan vitales con tan pocos elementos en una edad temprana. 


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