Durante este pasado mes de Octubre he podido comprobar, especialmente a través de Twitter, cómo se realizaban cantidad de congresos, cursos y talleres de formación del profesorado. Era casi difícil seguir tantas iniciativas interesantes a la vez e interactuar con los que iban tuiteando en cada curso sin perderse.
Observo con
agrado que hay mucha gente en el mundo educativo haciendo cosas realmente
interesantes y valiosas, ya sea desde nuevos modelos pedagógicos, desde la
incorporación de la tecnología al proceso de enseñanza-aprendizaje o desde la inclusión del mundo de las
emociones o las habilidades sociales como rutina de trabajo en el aula.
Considero
además que los cambios necesarios en la educación y los que van a perdurar en
el tiempo, no son los que vengan impuestos por las leyes educativas de turno,
que siempre encuentran confrontación por ser utilizadas como arma política,
sino de la consolidación de las buenas prácticas que tantos profesionales de la
educación están implementando en la realidad diaria de sus centros.
El mundo
actual intercomunicado y las herramientas de intercambio a través de las redes,
han provocado que el humilde trabajo de un maestro en una escuela de nombre
desconocido de cualquier provincia olvidada de las listas del ranking de los
mejores centros educativos, deje de ser tan humilde, oculto, lejano y falto de
repercusión en el momento en que comienza a compartir en la red su forma de
trabajar, despierta la curiosidad de algunos que copian lo que sirva de ese
modelo y lo ponen en práctica ellos también con buenos resultados. Estos
cambios son los que se irán consolidando por la propia ley de la supervivencia.
Al final tiene que triunfar lo que sea efectivo, lo que nos ayude a conseguir
el fin último de la educación, más allá de lo que ayude o estorbe la legalidad
del marco jurídico.
Esto además
está suponiendo, de algún modo, una democratización del sistema, en cuanto que
el docente que apenas cuenta con recursos, que es desconocido a nivel mediático
y que no va a ser llamado a los
grandes congresos educativos de postín por falta de renombre, sí encuentra
habitualmente algunos cauces de participación en éstos sea vía streaming, en
diferido, comentando en los foros previstos para ello o a través de diversas
redes sociales, realidad inconcebible hace apenas unos años. Y además no
precisa de la plataforma de estos grandes eventos para dar a conocer su
trabajo, investigación, práctica o lo que quiera. Un breve video en youtube, un
blog, la presencia activa en las redes, pueden hacer que el trabajo bien hecho
alcance una repercusión importante.
Así pues,
sigamos participando de la maravillosa oportunidad de compartir lo que estamos
haciendo a través de todos los canales posibles para que el cambio necesario en
la educación vaya abriéndose sitio poco a poco y se convierta antes de lo
esperado en una realidad tangible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario